Casa rústica en el casco histórico de Granadilla de Abona
Las campanas de la iglesia de Granadilla, que está justo detrás, son las que marcan el ritmo en Senderos de Abona, un hotelito amarillo chillón con geranios en las ventanas que se levanta rotundo en el casco histórico del pueblo, en el sur de Tenerife. Tradicional y señorial a la vez, tiene pequeños escondites repartidos entre la terraza y el patio, donde lo mejor es cerrar los ojos y calentarse al sol. Este no es lugar para prisas y sí para relajarse, comer bien y dar pateos.
Habitaciones distintas y restaurante El Terrero
Aunque las tentaciones del hotel están al aire libre, entre los naranjos, limoneros, los aguacates, la fuente y la piscina, las habitaciones de Senderos de Abona son auténticas joyas. Sus muebles antiguos y recuperados las hacen únicas. De hecho, las 17 son distintas. Y para comer a cuerpo de rey después de una ruta por la zona, nada mejor que hacerlo entre piedra, vigas de madera y flores. En su restaurante El Terrero se sirven zumos naturales, platos populares canarios con vino local y unas tartas de infarto.